Dogma:
Los seguidores de la Trinidad buscan el modo de cómo mantener un equilibrio entre la naturaleza salvaje y las civilizaciones humanas propiciando la armonía entre ambas y vigilando que la naturaleza no sea dañada, como guardianes protegen a las fieras salvajes de la casa innecesaria, cuidan las aldeas de las tribus bárbaras, del daño irracional de la civilización. Mas sin embargo promueven los combates entre los hombres para establecer una paz entre lo salvaje y lo civilizado, Los seguidores de la Trinidad sienten el deseo de ayudar a naturaleza llevando árboles donde hacen falta sembrando una flor donde pueda crecer y hacer un gran Jarrín de ellas, cuidando las razas benignas de los bosques y llevando la guerra y destrucción a aquellas que lo destruyen desmedidamente. Se sienten obligados a proteger al grupo con el cual se encuentran ligados más sin embargo es más importante la subsistencia de lo natural por lo cual antes de ayudar a sus compañeros salvaran las vidas de las criaturas salvajes que lo requieran. Como protectores de la naturaleza viajan errantes para llevar el equilibrio por doquier, los que se establecen en una zona se ven obligados a formar grupos de vigilancia con los cuales protegen la destrucción innecesaria en la naturaleza salvaje. Como protectores se ven obligados a proteger a un pueblo indefenso y a guardar del peligro a los débiles. Siempre buscan que sus seguidores busquen la preservación de este equilibrio y como fieles no desprecian el combate cuerpo a cuerpo y detestan los ataques lejanos pues su señor de la guerra les pide demuestren su valor en combate. Se muestran poco prudentes al momento de combatir cuerpo a cuerpo a causa de su confianza en los tres dioses. Siempre buscan adeptos que vigilen la zona cuando ellos se marchan enseñándoles las doctrinas de la fe.
Mantienen bajo su vigilancia y protección a los nuevos seguidores hasta que estos se encuentran lo suficientemente preparados para seguir nuevos caminos. Siempre que se encuentran un compañero de fe elevan una plegaria conjunta a sus dioses por permitirles ese encuentro, llegado el momento de la despedida elevan una nueva plegaria para permitir el éxito en sus compañeros.
Mantienen bajo su vigilancia y protección a los nuevos seguidores hasta que estos se encuentran lo suficientemente preparados para seguir nuevos caminos. Siempre que se encuentran un compañero de fe elevan una plegaria conjunta a sus dioses por permitirles ese encuentro, llegado el momento de la despedida elevan una nueva plegaria para permitir el éxito en sus compañeros.
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